¿Por qué estudiar?
- Porque quien estudia adquiere conocimientos.
- Porque el conocimiento es lo único que puede ayudarte a desarrollar tus capacidades completamente.
- Porque lo que sabes te ayudará a protegerte en caso de peligro.
- Porque quienes estudian mantienen sus cerebros funcionando sanamente, y sus cuerpos sanos también como consecuencia de eso.
- Porque saber cosas y entender las razones por las que son o suceden así es lo que te permite cuestionarlas y traer progreso a toda la humanidad.
- Porque la consecuencia de no estudiar es la ignorancia, y los ignorantes son víctimas fáciles de la manipulación personal y social.
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Algunos consejos para rezar con tu cónyuge
...de https://es.zenit.org/?p=74108
Se ha preguntado alguna vez cómo rezar más íntimamente con su esposo? ¿Le gustaría estar espiritualmente más cerca de su esposa? Puesto que la misa es la oración perfecta entre Cristo y su Esposa, la Iglesia, las parejas pueden aprender mucho de la misa acerca de cómo rezar juntos como esposos y de cómo a la vez aumentar su intimidad. Los esposos que quieren aprender a rezar juntos pueden comenzar por seguir la misma estructura que sigue la misa. Así que observemos primero cómo el Pueblo de Dios, la Iglesia, reza durante la misa, y luego exploraremos cuatro pasos sencillos para rezar con su cónyuge.
Estructura de la Misa
La misa consta de cuatro partes: el Rito de Entrada, la Liturgia de la Palabra, la Liturgia Eucarística y el Rito de Conclusión. En el Rito de Entrada, la Iglesia se reúne, hace la señal de la cruz, y le pide perdón a Dios, lo cual prepara nuestros corazones para una unión más profunda con Él. Luego viene la Liturgia de la Palabra, durante la cual escuchamos activamente las lecturas de las escrituras. Esta etapa se puede comparar con una conversación entre Cristo y la Iglesia; Cristo nos habla en las lecturas y nosotros cantamos salmos a Dios con el corazón. Después, en la Liturgia Eucarística, Cristo y la Iglesia intercambian su amor mutuo. Mediante la transformación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, Cristo se hace substancialmente presente. Él se nos da en la Eucaristía; nosotros, a la vez, lo recibimos y nos entregamos a Él, profundizando -una íntima unión. Finalmente, el Rito de Conclusión nos recuerda ir en paz a servir al Señor siempre.
Cuatro pasos sencillos
Rezar con su esposo debería ser sencillo y enriquecedor. Se puede comenzar por seguir la estructura de la misa. He aquí un proceso de cuatro pasos para rezar juntos como esposo y esposa.
Primer paso: Reconciliarse y llenarse de gozo
Se ha preguntado alguna vez cómo rezar más íntimamente con su esposo? ¿Le gustaría estar espiritualmente más cerca de su esposa? Puesto que la misa es la oración perfecta entre Cristo y su Esposa, la Iglesia, las parejas pueden aprender mucho de la misa acerca de cómo rezar juntos como esposos y de cómo a la vez aumentar su intimidad. Los esposos que quieren aprender a rezar juntos pueden comenzar por seguir la misma estructura que sigue la misa. Así que observemos primero cómo el Pueblo de Dios, la Iglesia, reza durante la misa, y luego exploraremos cuatro pasos sencillos para rezar con su cónyuge.
Estructura de la Misa
La misa consta de cuatro partes: el Rito de Entrada, la Liturgia de la Palabra, la Liturgia Eucarística y el Rito de Conclusión. En el Rito de Entrada, la Iglesia se reúne, hace la señal de la cruz, y le pide perdón a Dios, lo cual prepara nuestros corazones para una unión más profunda con Él. Luego viene la Liturgia de la Palabra, durante la cual escuchamos activamente las lecturas de las escrituras. Esta etapa se puede comparar con una conversación entre Cristo y la Iglesia; Cristo nos habla en las lecturas y nosotros cantamos salmos a Dios con el corazón. Después, en la Liturgia Eucarística, Cristo y la Iglesia intercambian su amor mutuo. Mediante la transformación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, Cristo se hace substancialmente presente. Él se nos da en la Eucaristía; nosotros, a la vez, lo recibimos y nos entregamos a Él, profundizando -una íntima unión. Finalmente, el Rito de Conclusión nos recuerda ir en paz a servir al Señor siempre.
Cuatro pasos sencillos
Rezar con su esposo debería ser sencillo y enriquecedor. Se puede comenzar por seguir la estructura de la misa. He aquí un proceso de cuatro pasos para rezar juntos como esposo y esposa.
Primer paso: Reconciliarse y llenarse de gozo
- Primero, aparten algún tiempo durante la semana para los dos, a solas; reúnanse en un lugar cómodo o den un paseo tomados de las manos. Hagan la señal de la cruz y tómense un momento para estar presentes el uno para el otro y para Dios, como al comienzo de la misa. Al comenzar, tómense un tiempo para reconciliarse; hablen de cómo podrían haber herido al otro durante la semana, luego pidan perdón y perdónense. Esto les ayudará a acercarse a Dios con el corazón abierto y a estar unidos en la oración. Una vez se hayan reconciliado, llénense de gozo ofreciendo una oración de acción de gracias a Dios.
- El segundo paso se basa en la Liturgia de la Palabra. Luego de reconciliarse y llenarse de gozo, pasen un tiempo descubriendo a Dios juntos. Hay varias formas de hacer esto; por ejemplo, podrían leer la Biblia y comentar juntos el pasaje leído. Si no saben por dónde comenzar a leer la Biblia, una buena opción es leer el Evangelio que se proclamará el siguiente domingo.
- Otra opción es leer los salmos, que han sido llamados el “libro de oraciones”. Los salmos expresan dolor y gozo, temor y esperanza, anhelo de Dios, y alabanza. Al mirar los títulos de los salmos juntos pueden encontrar alguno con el que puedan identificarse en ese momento. Recen con el salmo pausadamente y luego comenten cómo el salmo les mueve por dentro y en qué los hace pensar.
- Otra manera de acercarse a Dios juntos es simplemente hablar de lo que piensan en sus mentes y lo que sienten en sus corazones. ¿De qué están agradecidos esta semana? ¿Qué dificultades se presentan en sus vidas? ¿Qué necesitan del otro y de Dios? Respondan estas preguntas honestamente y luego ofrezcan oraciones de petición a Dios. Recuerden dar gracias a Dios al verle responder fielmente a sus peticiones.
- El tercer paso se deriva de la Liturgia Eucarística. Después de descubrir a Dios juntos, pueden profundizar en la oración compartiendo su amor mutuo. Compartir el amor en el contexto de la oración puede incluir un beso, descansar en los brazos del otro, cuidar del esposo enfermo, decir unas palabras de apoyo o alguna otra genuina muestra de amor. Nuevamente, tengan un corazón agradecido a medida que su intimidad profundiza la presencia de Dios.
- A medida que su tiempo juntos se acerca al final, recuerden irse en paz para servir al Señor y el uno al otro. ¡La oración y la intimidad nunca terminan! Que su servicio e intimidad vivan cada día mientras cocinan, limpian, escuchan, trabajan, etc. El fruto que brotará de su rutina de oración bendecirá su matrimonio, profundizará su amor por Dios y el del uno por el otro, y les permitirá reflejar el amor entre Cristo y su amada esposa, la Iglesia.