Lectio Divina
El evangelio de hoy describe la visita de María a su prima Isabel. Aunque se conocían, en este encuentro descubren un misterio que no habían experimentado todavía y que les llena de gozo. ¡Cuántas veces nos sucede que encontramos personas que conocemos, pero que nos sorprenden por la sabiduría que poseen y por el testimonio de fe que nos dan! Es así como Dios se revela y nos hace conocer el misterio de su presencia en nuestra vida.
¿Cuál es la parte de este pasaje que más ha llamado tu atención? ¿Cuál es la causa de la alegría de las dos mujeres? ¿Cuáles son los gestos, las palabras y las comparaciones que expresan el descubrimiento de Isabel y de María sobre la presencia de Dios en sus vidas? ¿Dónde y cómo la alegría de la presencia de Dios se da hoy en tu vida y en la vida de tu familia y comunidad?
En el Evangelio de Lucas, la infancia de Jesús gira en torno a la persona de María. Lucas no habla mucho de ella, pero lo que dice es de gran profundidad e importancia, pues presenta a María como modelo de vida de las comunidades cristianas. Ella nos muestra la actitud correcta para relacionarse con la Palabra de Dios: acogerla, encarnarla, interiorizarla, rumiarla, hacerla nacer y crecer, dejarse plasmar por ella, aunque muchas veces no la entendamos y nos haga sufrir. Este pasaje indica otro aspecto típico de Lucas: todas las palabras y actitudes, sobre todo el Cántico de María, forman una gran celebración de alabanza.
1,39-40: María va a visitar a Isabel, Lucas pone el acento en la prontitud de María para responder a las exigencias de la Palabra de Dios.
1,41-44: El saludo de Isabel representa al Viejo Testamento que termina, y María el Nuevo que empieza. El Viejo Testamento acoge al Nuevo con gratitud y confianza, reconociendo en él el don gratuito de Dios que viene a realizar y a completar todas las esperanzas de las gentes.
1,45: El elogio de Isabel a María: “Dichosa la que ha creído...”. Ese el mensaje de Lucas a las Comunidades: creer en la palabra de Dios, que tiene la fuerza de realizar lo que nos dice.
1,46-56: El cántico de María, que con toda probabilidad era conocido y cantado en las comunidades cristianas, enseña cómo se debe rezar y alabar a Dios.
1,46-50: María proclama el cambio realizado en su vida bajo la mirada amorosa de Dios, lleno de misericordia.
1,51-53: Inmediatamente María canta la fidelidad de Yahvé hacia su pueblo y proclama el cambio que el brazo fuerte de Yahvé estaba cumpliendo a favor de los pobres y de los hambrientos.
1,54-55: Finalmente recuerda que todo esto es expresión de la misericordia de Dios por su pueblo y con su pueblo, y expresión de su fidelidad a las promesas hechas a Abrahán.
1,41-44: El saludo de Isabel representa al Viejo Testamento que termina, y María el Nuevo que empieza. El Viejo Testamento acoge al Nuevo con gratitud y confianza, reconociendo en él el don gratuito de Dios que viene a realizar y a completar todas las esperanzas de las gentes.
1,45: El elogio de Isabel a María: “Dichosa la que ha creído...”. Ese el mensaje de Lucas a las Comunidades: creer en la palabra de Dios, que tiene la fuerza de realizar lo que nos dice.
1,46-56: El cántico de María, que con toda probabilidad era conocido y cantado en las comunidades cristianas, enseña cómo se debe rezar y alabar a Dios.
1,46-50: María proclama el cambio realizado en su vida bajo la mirada amorosa de Dios, lleno de misericordia.
1,51-53: Inmediatamente María canta la fidelidad de Yahvé hacia su pueblo y proclama el cambio que el brazo fuerte de Yahvé estaba cumpliendo a favor de los pobres y de los hambrientos.
1,54-55: Finalmente recuerda que todo esto es expresión de la misericordia de Dios por su pueblo y con su pueblo, y expresión de su fidelidad a las promesas hechas a Abrahán.