Cómo aprovechar la adoración del Santísimo
1. Arrodíllate ante Jesús sacramentado con reverencia. Que este gesto sea expresión de tu amor y tu adoración.
2. Algunas veces llegarás un poco agitado, es bueno que te serenes, que respires hondo y pausadamente, para poder entrar mejor en la intimidad con el Señor. Otros días llegarás cansado, y vivirás tu encuentro con Jesús como un descanso junto a Él, a modo del discípulo amado que reclinaba su cabeza en el pecho del Señor.
3. Permanece unos instantes arrodillado o sentado, contemplando la Hostia sagrada y dejándote mirar por Aquel que dio la vida por ti.
4. En lo posible, deja el reloj y el celular apartado, para que no te distraigas.
5. Recuerda que puedes adorar sentado, de rodillas o de pie. Si estás solo, puedes incluso postrarte. Lo importante es que el cuerpo participe también de la adoración.
6. Si estás con otras personas, procura no ser para ellos motivo de distracción. Evita hacer ruidos innecesarios, ni comentarios, etc.
7. Para entrar en la presencia de Jesús, invoca al Espíritu Santo, Maestro interior de oración.
8. También puedes hablar a María y pedirle que te introduzca en la intimidad con su Hijo.
2. Algunas veces llegarás un poco agitado, es bueno que te serenes, que respires hondo y pausadamente, para poder entrar mejor en la intimidad con el Señor. Otros días llegarás cansado, y vivirás tu encuentro con Jesús como un descanso junto a Él, a modo del discípulo amado que reclinaba su cabeza en el pecho del Señor.
3. Permanece unos instantes arrodillado o sentado, contemplando la Hostia sagrada y dejándote mirar por Aquel que dio la vida por ti.
4. En lo posible, deja el reloj y el celular apartado, para que no te distraigas.
5. Recuerda que puedes adorar sentado, de rodillas o de pie. Si estás solo, puedes incluso postrarte. Lo importante es que el cuerpo participe también de la adoración.
6. Si estás con otras personas, procura no ser para ellos motivo de distracción. Evita hacer ruidos innecesarios, ni comentarios, etc.
7. Para entrar en la presencia de Jesús, invoca al Espíritu Santo, Maestro interior de oración.
8. También puedes hablar a María y pedirle que te introduzca en la intimidad con su Hijo.