Nuestra historia
1900-1950
¡Que Dios les bendiga!
- La finca en que se levantaron las urbanizaciones de Torrimar y Alturas de Torrimar pertenecían al señor Ortiz Toro. El grupo más antiguo de nuestra comunidad es el Barrio Los Filtros. A raíz del huracán San Felipe, el Sr. Benítez Castaño, Alcalde de San Juan, les consiguió pequeños lotes de terreno pertenecientes a la AAA.
- Para finales del año 1950, Ortiz Toro (propietario de la finca), Chipi Rivera (constructor) y el ingeniero Marchani, formaron el grupo que desarrolló Torrimar. El nombre corresponde a sus apellidos: Tor (Toro), ri (Rivera) y mar (Marchani).
- La comunidad de Alturas de Torrimar se vio acrecentada por las Tierraltas, Torrimar Estates, los condominios y posteriormente por La Villa de Torrimar y Las Villas Townhouses. A ese factor, debemos añadir el aumento del tránsito de la Avenida Lomas Verdes (PR 177) que intensificó la separación entre las comunidades de Torrimar y Alturas de Torrimar. En ese marco geográfico, social y religioso surge el deseo de que, Alturas de Torrimar y las comunidades aledañas, se constituyeron en una parroquia separada de San Juan Evangelista.
- Siendo párroco de San Juan Evangelista el Padre Suazo, se suceden intentos de parte de Alturas de Torrimar de constituirse en parroquia. Antes de proceder a la constitución jurídica de parroquia, el entonces Arzobispo de San Juan, Cardenal Luis Aponte Martínez, decidió conceder a las comunidades mencionadas una atención pastoral cuasi-parroquial. Se pidió al Padre Sabino Estrada, quien era capellán del Colegio Marista, que atendiera en lo posible esta comunidad, que seguía siendo parte de San Juan Evangelista. Se gestionó que la American Military Academy prestara en usufructo por quince (15) años un solar donde se construyó una capilla de madera donde ubicó la casa y oficinas parroquiales. El primer sagrario de esta capilla fue donado por los Hermanos Maristas. Entre un grupo de estrechos colaboradores y el P. Sabino, escogieron un Titular para la posible parroquia: "María, Madre de la Misericordia", inspirados en una pintura que P. Sabino trajo de Francia y que adornó el altar de la capilla de madera y posteriormente la del futuro nuevo templo. Ante la dificultad de dar el servicio del culto dominical se pidió a los Hermanos Maristas la utilización de la capilla del colegio. La generosidad de los Hermanos, que agradecimos y agradecemos en nombre de toda la comunidad, permitió que la capilla del colegio fungiera como iglesia parroquial los domingos y en las fechas y actos más relevantes.
- En el año de 1989, el Arzobispo de San Juan encomendó la cuasi-parroquia a un grupo "in solidum", es decir, a sacerdotes que todos tenían las facultades propias del párroco en la tarea a ellos encomendada> El grupo estaba constituido por cuatro sacerdotes: el Mons. Jaime Capó Bosch, los Padres Salvador Rodrigo, Vicente Fernández Mariño y Luis Capacetti Caraballo. La actividad de este grupo de sacerdotes, en ese entonces, abarcaba cuatro áreas; la Parroquia, el Tribunal Eclesiástico Metropolitano, los Cursillos de Cristiandad y el área contigua de la naciente comunidad del Río Bayamón. A la cabeza de este grupo estuvo un moderador en quien recayó la responsabilidad de coordinar la acción pastoral y la representación jurídica en ambos foros. Ese coordinador fue el Mons. Jaime Capó. Así las cosas, en 13 de septiembre de 1992, S.E.R. Cardenal Luis Aponte Martínez, en actividad celebrada en el gimnasio del Colegio Marista ante unas 700 personas, constituyó jurídicamente en parroquia a las comunidades antes señaladas, a cargo de Monseñor Capó y los Padres Fernández Mariño, Luis Capacetti y Enrique Vázquez Páez. Por necesidades de nuestra Iglesia, el Padre Salvador Rodrigo, antes de esta fecha, regresó a otras funciones pastorales dentro de su comunidad de los Padres Carmelitas.
- Desde un principio fue tarea de todos poner en marcha la parroquia y dotar a las comunidades de un templo parroquial. Lo que por varios años pareció imposible se hizo realidad cuando el Ing. Domingo Sadurní, desarrollador de la Villa de Torrimar, “vendió” por un dólar ($1.00) unos 3,700 metros cuadrados y se consiguió, de la Autoridad de Carreteras, un contrato de ocupación y uso, casi a perpetuidad, de unos 1,750 metros cuadrados resultantes cuando la Autoridad rectificó la carretera PR 833 (el estacionamiento de la parroquia). Además, el Sr. Benjamín Rodríguez donó poco más de 200 metros cuadrados que facilitaron y mejoraron el acceso al terreno del templo y permitieron que "cupiera" la casa parroquial. Una vez asegurado el terreno para el Templo parroquial, el esfuerzo de recolección de fondos y contribuciones de otro tipo comenzó en el verano de 1993. Mons. Capó consiguió la colaboración del Arquitecto Guillermo Baralt, quien de forma gratuita preparó los planos e hizo las gestiones necesarias ante ARPE.
- La construcción del Templo comenzó en octubre de 1994 y concluyó en el tiempo récord de trece meses. Destacar contribuciones personales podría parecer injusto porque cada centavo fue importante. No obstante, también sería injusto si no agradecemos las contribuciones significativas del Sr. Francisco Juelle quien donó todo el movimiento de tierras que se hizo en el accidentado predio de terreno, del Sr. Gildo Massó quien nos vendió la mayoría de los materiales de construcción (aquellos que no fueron donados por otros) a su costo, de los ingenieros Ignacio y Rafael Pratts quienes donaron todos los materiales y labor de las instalaciones eléctricas, del Ing. Miñana y el Sr. Ignacio, quienes donaron los planos estructurales y los materiales para la estructura del templo, del Ing. Benigno Despiau quien donó los estudios de suelo y del Ing. José Fojo quien, dejando a un lado sus intereses personales, estuvo día a día durante trece meses dirigiendo la obra de construcción. Respecto a donaciones particulares para el Templo también tenemos que destacar la contribución, como grupo, de las distintas comunidades de Cursillos de Cristiandad las cuales donaron los bancos del Templo, del Ing. Fojo quien donó la imagen del baptisterio y de la Juventud Cursillista Femenina, la cual donó la imagen de la virgen. El altar, el sagrario del templo principal, la imagen del Cristo y los vitrales fueron adquiridos con las donaciones colectivas de las comunidades parroquiales y de otros amigos.
- Terminado el Templo, la inauguración tuvo lugar el 24 de noviembre de 1995, con una Eucaristía celebrada por el S.E.R. Cardenal Luis Aponte Martínez y concelebrada por todos los miembros del grupo "in solidum", la cual fue televisada a todo el país por Tele Oro. Luego tuvimos un sencillo, aunque no fácil de organizar, ágape para las más de 700 personas que asistieron. No empece a la generosidad de parroquianos y benefactores, para finalizar la construcción, tuvimos que tomar un préstamo de unos $500,000.00. Aparte de la consolidación de la vida parroquial y pastoral, el pago de dicho préstamo fue una de nuestras primeras prioridades. Gracias a contribuciones que siguieron llegando después de la inauguración y de varias actividades, logramos saldar la referida deuda en menos de dos años.
- La primera gran efeméride celebrada en el nuevo templo fue la ordenación sacerdotal del Padre Carlos Quintana en junio de 1996, quien se quedó como sacerdote en nuestra parroquia alrededor de un año. Luego de varias otras encomiendas pastorales en Puerto Rico, P. Carlos fue nombrado Tesorero General de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) con sede en Bogotá. Recientemente, el P. Carlos fue nombrado Director Ejecutivo del Secretariado para la Iglesia en América Latina de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, con sede en Washington, D.C., nombramiento que fue efectivo el 1 de octubre de 2005.
- En el 1997, una antigua feligrés trajo a Mons. Capó una reliquia de Santa Teresa de Jesús "de los Andes", la primera chilena y la primera Carmelita americana en haber alcanzado el honor de los altares. El coordinador del grupo "in solidum" se interesó en la misión reconocida a esta Santa poco después de su muerte: “despertar hambre y sed de Dios en nuestro mundo materializado”. Poco después se constituyó a Santa Teresa de los Andes en la co-patrona de la Parroquia María, Madre de la Misericordia y su reliquia yace en nuestro templo. La imagen de Santa Teresa fue comisionada por la parroquia al prominente escultor puertorriqueño "Sonny" Rodríguez.
- Entendiendo que había cumplido su propósito y deseando gozar de un merecido descanso, en octubre de 1998, Mons. Capó decide retirarse y regresar a su natal Palma de Mallorca, designándose al Padre Luis “Wiso” Capacetti, como nuestro primer párroco en propiedad ya que como antes dicho, el grupo "in solidum" con el Mons. Capó como moderador, había regido los destinos de la parroquia. Durante los últimos años de la administración del grupo "in solidum" y mientras P. Wiso fue párroco, además del P. Carlos Quintana, tuvimos la alegría de tener entre nosotros como vicarios dos talentosos jóvenes sacerdotes puertorriqueños, el P. Carlos Ortíz, y el P. Ricardo Roig. Aunque ya se había retirado y vivía en Mallorca, en junio del 1999 tuvimos una segunda gran celebración, los 50 años de sacerdocio del Mons. Jaime Capó Bosch. Monseñor dedicó 37 de esos 50 años a Puerto Rico, principalmente al Movimiento Cursillos de Cristiandad, pero también como Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico Metropolitano y como moderador de nuestra parroquia. Nos acompañó en esa ocasión S.E.R. Roberto González Nieves, Arzobispo de San Juan.
- Durante el segundo semestre del 1999, miembros de la Fraternidad Nuestra Señora de la Divina Providencia del Movimiento Champagnat de la Familia Marista se acercaron a nuestro párroco el P. Wiso solicitándole permiso para colocar una imagen de San Marcelino Champagnat, canonizado en abril de 1999, en el templo parroquial, Petición que el P. Wiso aceptó inmediatamente. Nuestra parroquia brinda una especial devoción a San Marcelino Champagnat, fundador de los Colegios Maristas, por el vínculo afectivo y espiritual que existe entre la comunidad parroquial y el Colegio Marista, centro de educación y formación católica de niños y jóvenes, que ubica en los límites parroquiales hace más de treinta años. La imagen de San Marcelino también fue comisionada por los miembros de la Comunidad Educativa Marista al escultor "Sonny" Rodríguez.
- Efectivo en agosto de 2000, la Arquidiócesis de San Juan envió a P. Wiso a terminar su doctorado en Derecho Canónico en Roma. Los feligreses le despedimos en una actividad celebrada en el gimnasio del Colegio Marista el 9 de julio de 2000. En ese agosto de 2000, llegó a MMM nuestro segundo párroco en propiedad, el P. Elíades Petit Compagñy. Su instalación oficial tuvo lugar unas semanas después con la presencia del Señor Arzobispo de San Juan. Ayudaron al P. Petit en su labor pastoral una serie de sacerdotes que nos visitaban los domingos, entre ellos, el P. Rubén, quien además de inspirarnos espiritualmente nos deleitaba con los merengues y las salsas de su CD. Durante el 2001, por fin, P. Petit logró el nombramiento de un vicario, el P. Reinaldo. El P. Petit se distinguió por haber reavivado los ministerios parroquiales, al desarrollo de los cuales dedicó todo su tiempo. Durante su incumbencia se formó, por primera vez en la parroquia, un Capítulo de los Caballeros de Colón. Cuando ya cosechaba los frutos de su labor pastoral, inesperadamente, el 27 de noviembre de 2002, el día antes de la festividad de Acción de Gracias, el P. Petit falleció. En lo que probablemente ha sido el tercer gran momento en la vida de nuestra parroquia, toda la comunidad se unió en un sincero y sentido adiós a un gran sacerdote, ser humano y amigo. Es difícil describir como en poco más de dos años, el P. Petit pudo adentrarse tanto en el corazón de nuestros parroquianos, tal vez acostumbrados a otros estilos. P. Wiso, quien se encontraba en el aeropuerto para viajar fuera de Puerto Rico por el feriado, fue llamado por el Señor Arzobispo e inmediatamente se hizo cargo de la parroquia en un interinato que duró unos ocho meses hasta fines de julio de 2003. Durante este período contó con la ayuda del P. Pedro Reyes, quien durante ese corto término cosechó muchas amistades entre los miembros de la parroquia.
- El 15 de agosto de 2003 el Obispo Auxiliar de San Juan, Mons. Hermín Negrón ofició la Eucaristía en la que se instaló al tercer párroco de María, Madre de la Misericordia, el P. Francisco Medina Santos. Para la atención de la parroquia y de la naciente parroquia de Cristo Salvador en la Comunidad del Río Bayamón, el P. Francisco contó con la ayuda del P. Luis Felipe Rodríguez. Durante la incumbencia de P. Francisco, nuestro templo parroquial recibió la mayor obra de mantenimiento en sus hasta entonces nueve años de existencia. Entre otras obras, se lijaron y pintaron todos los bancos del templo y se les dotó de un cojín con el propósito principal de protegerlos de ralladuras futuras. Se arreglaron los reclinatorios. Se instalaron losetas de cerámica en la capilla y la sacristía. Se reemplazaron algunos de los vitrales; se selló el techo en todas las áreas del templo, se cambiaron todas las puertas y se pintó el exterior del templo.
- Las necesidades de la Arquidiócesis de San Juan hicieron la permanencia de P. Francisco en MMM una muy corta. El P. Francisco fue llamado a ser Rector del Seminario Menor San José, además de ser párroco de la Parroquia Jesús Mediador en Carolina. Las necesidades parroquiales, así como las del Movimiento de Cursillos de Cristiandad y su posición de Vicario Judicial de la Arquidiócesis, hicieron que la selección de quien sería nuestro próximo párroco fuese una casi obligada. El 1 de septiembre de 2004, el P. Wiso Capacetti fue instalado como nuestro cuarto párroco. Al cumplirse los diez años de la inauguración de nuestro templo parroquial, compartían el ministerio pastoral en María, Madre de la Misericordia con P. Wiso, el P. Vicente Fernández Mariño, miembro del grupo "in solidum" original y Director Espiritual Emérito de Cursillos de Cristiandad, el P. Héctor Adriano Restrepo y el P. Carmelo Soto Tañón, quien también cursó estudios en Guadalajara, México.
- La dirección de nuestra parroquia estuvo en manos de Padre Wiso, hasta la llegada en el año 2007 de nuestro quinto párroco, el Padre Walter Gómez. Padre Walter, oriundo de Perú y también Capellán de la Guardia Nacional Aérea trajo a la vida parroquial el interés en la ampliación de su planta física, especialmente la construcción de más y mejores salones parroquiales, pues ya cantidad y frecuencia de las actividades parroquiales requerían de estos. Bajo su dirección se llevaron a cabo distintas actividades de recolección de fondos como fueron el concierto de César Hernández en el Centro de Bellas Artes de Guaynabo, la rifa de un automóvil junto a otros premios y se acordó poner en agenda la celebración de festivales gastronómicos para contribuir en estos esfuerzos. Igualmente el Padre Walter, así como su acostumbrada venta de bizcochos de “dieta”, levantó cifras record que le valieron el premio de parroquia con mayor aportación en los tele-maratones de Teleoro en más de una ocasión. Padre Walter también será recordado por llevar a cabo actividades de compartir, especialmente en momentos donde múltiples fieles, unidos en comunidad, trabajaban en equipo para algún esfuerzo pastoral o parroquial. En esto siempre nos convidaba a una rica sangría preparada por el mismo, la cual usualmente acompañaba una suculenta paella. Durante su estadía en la parroquia, no tan solo cumplió cabalmente con su función pastoral y administrativa sino con su responsabilidad militar que incluyó un destaque a Irak en pleno conflicto bélico, llevando así un alivio espiritual a cientos y cientos de soldados destacados a ese teatro de guerra. Durante este tiempo, Padre Walter fue asistido por el Padre Rogelio Salazar, oriundo de Méjico, quien posteriormente fue trasladado, al encomendársele el pastoreo de dos parroquias en forma simultánea, Santísimo Sacramento y San José Obrero. Padre Rogelio será siempre recordado con mucho cariño por muchas cosas pero en especial por su esperanzadora frase, ¡Animo...Dios provee!, así como su profunda devoción a la Vírgen, especialmente su amada Guadalupana.
- La dirección de Padre Walter continuó hasta la Cuaresma del 2010, cuando en febrero es transferido a la vecina parroquia de San Juan Evangelista dando paso a la llegada de nuestro sexto y actual párroco, Monseñor Leonardo Rodríguez Jimenes. Padre Leo, Vicario General de la Arquidiócesis de San Juan, Director de la Curia, y doctorado en Liturgia, trae a nuestra parroquia un programa de fortalecimiento espiritual y la implementación de la Corresponsabilidad como modo de vida de nuestra parroquia. Bajo su dirección se han revivido tradiciones devocionales, como las peregrinaciones a distintos santuarios en PR, procesiones, actividades como el vivencial y anuncio del Kerygma, y la expansión de las celebraciones del rosario y vía crucis a comunidades antes no visitadas. Implantó un programa de talleres de desarrollo pastoral y ha fomentado el fortalecimiento de los ministerios existentes así como la creación de nuevos y comenzó la tradición de la animada celebración de las fiestas de nuestra patrona. Padre Leo también continúa el compromiso de ampliar nuestras instalaciones parroquiales y ha dado paso a la celebración de distintas actividades entre la que se destaca el Festival del Buen Comer y Beber, distintas bohemias, actividades especiales, galas de cine y nuestro más reciente evento, el 1er Torneo de Golf, Father and Son 2016
- En el umbral de nuestros 25 años de fundada, nuestra comunidad católica parroquial, se encuentra de cara al futuro, con los retos y oportunidades planteados por las conclusiones de Aparecida, el Sínodo Arquidiocesano y el llamado a la Nueva Evangelización, siempre al amparo de la Voluntad y Amor del Padre, en unión filial a su Hijo Jesucristo y guiados por su Espíritu Santo, cobijados bajo el manto y amparo de nuestra amada María Madre de la Misericordia.
¡Que Dios les bendiga!