Por Cristina... |
Hermanos:
Nuestra hermana Cristina del Carmen Jiménez Lizardi partió a la Casa del Padre el domingo 30 de julio de 2017. La familia Jiménez Lizardi informa que se realizará su velatorio este viernes, 4 de agosto de 3 a 9 pm en la Parroquia Maria Madre de la Misericordia, 150 Ave. Santa Ana en Guaynabo. A las 6:30 pm se celebrará la Santa Misa por el eterno descanso de Cristina del Carmen. La familia agradece que en lugar de bellos detalles de flores, se ralicen donativos para ayudar a la construcción de los salones parroquiales. Familia Jimenez-Lizardi Oremos por su eterno descanso y el consuelo de todos sus seres queridos. Done usando PayPal:
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...carta de la familia Jimenez Lizardi a nuestra parroquia.
Padre Leonardo Rodríguez y Padre Joel Del Cueto
Parroquia María Madre de la Misericordia Guaynabo, Puerto Rico Queridos Padre Leo y Padre Joel: Desde el pasado 30 de julio nuestra vida tomó un giro de sorpresas, bendiciones y nuevo enfoque. En el proceso de asimilar la repentina partida de Cristi, la comunidad de la Parroquia María Madre de la Misericordia ha sido fuente incansable de apoyo y oraciones. Con esta carta queremos agradecer a ustedes como Sacerdotes y guías de nuestra comunidad, a los Ministerios que nos han regalados sus oraciones y cánticos, a la Sra. Nilsa en la Oficina Parroquial que nos brindó tanta ayuda y a toda la comunidad porque se desbordó en muestra de apoyo hacia nuestra familia y alegría al celebrar la vida de nuestra hija Cristina del Carmen Jiménez Lizardi. Gracias por permitirnos vivir el momento en “nuestro segundo hogar”. Estamos eternamente agradecidos y agradeceremos comunique nuestro agradecimiento a la comunidad. Angie, JJ Papá, y JuanJo Ante la muerte de nuestra hermana Cristina del Carmen Jiménez Lizardi
“Como la ternura de un padre con sus hijos es la ternura del Señor con los que le temen. Él sabe de qué fuimos formados, se recuerda que sólo somos polvo. El hombre: sus días son como la hierba, él florece como la flor del campo; un soplo pasa sobre él, y ya no existe y nunca más se sabrá dónde estuvo.” Sal 103, 13-16 En el trópico frecuentemente, incluso todos los días, podemos ver flores, unas duran más, otras menos, pero todas nos alegran con su belleza, duren poco o mucho. Este salmo nos invita a ver la vida del ser humano como una flor, en su belleza, delicadeza y brevedad. Al morir una flor, tal vez no nos complicamos mucho la vida pensando sobre ella y la olvidamos, pues sus efectos, aunque buenos, son pasajeros. Es distinto en el caso de una persona porque tenemos trascendencia. Lo que hacemos, pequeño o grande, breve o largo, es una acción que siempre va más allá porque somos trascendentes, infinitos y más, como hijos de Dios, nuestras acciones tienen un valor que a veces ni imaginamos. Ahora que ha terminado una flor , Cristina del Carmen, en el jardín de su familia, de nuestra parroquia, de la Universidad y otros ámbitos se nos invita a pensar en la trascendencia de sus acciones en nuestras vidas y más allá. Damos gracias a Dios por la vida que le dio, breve según nuestro modo humano de pensar, pero Él sabrá porqué. No hacemos mucho con rompernos la cabeza buscando el porqué de esta pena. Sí debemos sentir que se nos interpela a ser conscientes de la trascendencia de nuestras acciones, porque nuestra vocación no es sólo embellecer el jardín de este mundo sino el del Reino de Dios. No hemos de pensar en esta trascendencia sólo cuando se marchita una flor, sino cuando empieza a preparar su gestación, cuando florece, mientras dura o se convierte en una bella fruta en algunos casos. Todos, pero en especial queridos jóvenes, piensen en esa trascendencia en cada etapa de su vida, pues aún los pasos más sencillos pueden tener un valor superior a lo que pensamos. La vivencia de la fe, los momentos de oración y obras de caridad, las horas de vida familiar y con amistades, las horas de estudio y trabajo, las horas de descanso y diversión, aún en su aparente insignificancia, nada, se debe desperdiciar. Busquemos y construyamos la trascendencia en la inmanencia (cercanía) de nuestra peregrinación por este mundo, así haremos que ambas dimensiones se toquen, no en el momento de la muerte, sino durante la vida. La transcendencia no es para el mañana, la trascendencia es para hoy. El misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, nos ha enseñado esa gran verdad. La búsqueda y la vida con Dios no es para el más allá, no es para mañana es para acá y para hoy. Cristina llevaba en su nombre una marca muy especial. Cristina = de Cristo, cristiana. Del Carmen, una de las advocaciones marianas más queridas, celebrada precisamente durante julio, al final de cuyo mes ha sido cosechada. María Virgen es la flor del Carmelo, monte de Elías, uno de los profetas de esa trascendencia y cercanía de Dios. Que Cristina del Carmen pueda heredar, por la misericordia de Dios, el premio que Cristo nos alcanzó por su redención y María, nuestra Sra. del Carmen, interceda por este hija suya y la lleve a la presencia del Trascedente que por su vientre puro, entró en la inmanencia de la humanidad para salvarnos y hacer de cada uno de nosotros flores en jardín de este mundo pasajero, donde nos marchitamos para reflorecer en la gloria de Dios. Descanse en paz y concede Señor a todos sus seres queridos tu consuelo. P.Leo Puede leer también: Un legado de amor al prójimo, por Primera Hora
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